jueves, 15 de septiembre de 2011

Citroën Tubik, Pre-Salón - Frankfurt

Este gol nos lo metió Citroën por toda la escuadra. Hace poco se pùblico que parecía indicar que el prototipo "rarito" escogido por la casa de los chevrones para dar la nota en el Salón de Frankfurt sería uno de esos transportes unipersonales o como mucho biplaza que últimamente todos los fabricantes están deseosos por sacar al mercado, ese peculiar habitáculo que creíamos entrever ha resultado ser el singular puesto de conducción del Tubik, una recreación en clave conceptual de los Type-H (tras el salto) que llenaron las carreteras de Europa en la posguerra.

A diferencia del humilde furgón original, proletario donde los haya, el Tubik es descrito como una lujosa "lanzadera ejecutiva" para ir del aeropuerto al hotel o emprender largos viajes en carretera. Sus 4,8 metros de largo, 2,08 de ancho y 2,05 de alto albergan tres filas de asientos flexibles que pueden configurarse de mil formas distintas, dejando hueco para objetos, distribuyendo las plazas de la forma más confortable para el número de ocupantes presentes en cada momento, o incluso formando una cama completa. 

No son menos peculiares las ventanas asimétricas. La luz entra a través de unas pequeñas claraboyas en forma de gota en el lado izquierdo del vehículo, mientras que al derecho hay un ventanal de considerables dimensiones camuflado en una enorme puerta en forma de ala de gaviota que es el único acceso para los acompañantes del conductor. También podemos destacar los reposacabezas en percha, que ya pudimos ver hace varios años en el concept Hypnos.

Parafraseando a Citroën, el Tubik es un vehículo que invita a emprender un viaje "compartido, inteligente, conectado y amistoso con el medio ambiente". Pero... ¿y factible? Nosotros solo vamos a decir que el C8 ya va necesitando sustituto...

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